viernes, 29 de abril de 2011

Ser buchón es atractivo para los jovenes sonorenses

Existe en Sonora una nueva forma de convivencia, donde la extravagancia se hace presente, es así como se considera el estilo de vida de los llamados: “buchones”.
     Originarios de Badiraguato, Sinaloa, los buchones han llegado al Estado para dejar ver que su estilo, moda y forma de vida nocturna llegó para atrapar a los jóvenes cautivados por los mismos, además son encargados de distribuir algún tipo de droga en la sociedad o cometer actos de extorsión, los llamados “tarjeteros”.
     En Hermosillo, existen varios lugares de tipo social, como restaurantes, antros, bares, palapas de mariscos, en donde  esta también denominada “sub cultura al narco”, se hace presente.
     Es fácil identificar los lugares que frecuentan, por ejemplo: La Casa del Gordo, Las Korajudaz del Gordo, palapas de mariscos ubicadas por el bulevar Quiroga, Progreso, Gaspar Lúken, etc.
     Las fiestas se caracterizan por el sonido en vivo de las bandas de su preferencia, además de lucir autos último modelo, finas y costosas botellas de alcohol, la droga se hace presente también entre los organizadores de los eventos y los asistentes.
     Hasta el momento, no se ha tenido reporte de situaciones graves en este tipo de eventos sociales, sin embargo, la sociedad se encuentra pendiente de esta nueva ola social, ya que está arrastrando a jóvenes, incluso los menores los catalogan como ejemplo a seguir.

Buchones, vida y cultura al extremo.



Manuel o “Menes”, como le dicen sus amigos, es de Badiraguato, Sinaloa, cuna de los originales Buchones, los que cultivaban amapola y mariguana, era una actividad legal y consolidada en los 70´s gracias a un acuerdo entre México y Estados Unidos con la finalidad de obtener la amapola para producir morfina.
Para “Menes” no es importante contar cómo entró al mundo del narcotráfico, sino por qué lo hizo, el narco lo representaba todo para él.
No es cómo hayas entrado a eso, sino lo que hayas vivido, viene de familia o amistades, en mi caso, viene de familia, te vas enrolando, depende de las cosas que te rodean, dónde te muevas.
Cuando estás chico vez lo que hacen los demás y crees que está bien, lo agarras como si fuera la verdad, vives en eso y te desenvuelves, muchas veces eres tan bueno en lo que haces que te gusta, ves todo tipo de situaciones, y ahí mismo vas agarrando la onda, algunas cosas no las puedes hablar, es un estilo de vida.
En ese estilo de vida, existen reglas y rangos como en toda cultura, según el Antropólogo Social Roberto Ramírez, los que se encuentran abajo en la red de narcotráfico son los comúnmente llamados Buchones, hacia arriba, están los jefes de plaza, los administradores del dinero generado con el negocio y en la cumbre el Capo, dueño y señor de la red criminal.
El estilo de vida de estos individuos se basa, en las pocas probabilidades de supervivencia dentro de su círculo, todos los días se arriesgan, por esta razón, gastan dinero desmedidamente, porque no saben si estarán vivos al día siguiente, aseguró Ramírez.
            Mucha gente piensa que el buchón es un modismo, ser buchón, es cultura, a quién le digan así, significa que es de la sierra y pertenece al narcotráfico, comentó Menes.

Las clases
Sin embargo, no es lo mismo ser un Narco Junior que un Buchón, los denominados Juniors de la mafia, tienen un origen distinto al de los Buchones, los primeros siempre han estado rodeados de lujos y poder, acuden a las mejores universidades, se codean con jóvenes de sociedad, tienen una vida social activa que va de acuerdo a su poder adquisitivo, comentó el Antropólogo.
Los buchones, cuentan con solvencia económica generada por sus actividades ilícitas, sin embargo los lugares a los que acuden a divertirse y la ropa con la que visten es muy distinta a la de los Juniors, además, el trabajo de los Buchones o Halcones como se les llama comúnmente dentro de la red del narcotráfico, es muy distinta ellos hacen el trabajo “sucio” por llamarlo de alguna manera, entre sus actividades está desde vender droga hasta convertirse en sicario.
“Menes” dice que los “morros” de …Culiacán se visten igual que aquí, fresón, bien… ahora lo que denota ser Buchón es porque se visten con huaraches cruzados de avestruz, usa ropa más llamativa, la mayoría es gente de campo que no sabe vestir, muchas veces no importa si eres mafioso o no pero eres Buchón, aunque vivas en cualquier punto de la ciudad, ya no es requisito vivir en el campo para que te llamen así.

La moda y las Buchonas
Buchonas, llamadas así por ser la pareja sentimental del Buchón, son mujeres con características definidas, exuberantes, gustan de lucir accesorios como gorras, uñas y ropa con predominantes piedras brillantes y largas extensiones de cabello, tienen como requisito tener un cuerpo esbelto y curvilíneo, por el contrario de los hombres, ellas no se dedican a traficar con droga, por el contrario disfrutan de los beneficios que esto les otorga, sin embargo  dentro del círculo social el machismo sobresale, ya que a las mujeres solo las utilizan como un adorno .
Manuel afirma que es muy fácil reconocer a una Buchona usan ropa de marcas como Bebe, Burberry, Ed Hardy, Studio F, Baby Path, Dolce & Gabana, Versace, los accesorios son muy grandes y llamativos, rosarios, cruces, cadenas de oro… usan muchos brillos.
El Antropólogo Ramírez asegura que al igual que los varones provienen de lugares de bajo nivel económico, sin embargo el estilo de vida que llevan al ser las novias o compañeras del narcotraficante, las atrae, ellas están dispuestas a conservar ese ritmo de vida a costa de lo que sea, incluso de arriesgar su propia vida.
En esta cultura el machismo predomina y las féminas son vistas desde esa perspectiva, ellas no son dueñas de su vida y siempre obedecen al varón.
Las Buchonas, cuenta “Menes”, deben de estar dispuestas a todo, la ropa que usan y todos esos lujos no son gratis, ellas saben que el morro con el que andan puede tener más de una mujer, ellas deben aceptarlo, pero jamás se pueden relacionar con alguien más, porque si le ponen los cuernos, lo más seguro es que las maten, a ella y al bato, arriesgan mucho.

Los que siguen la moda…
A diferencia de los narcotraficantes, actualmente los jóvenes mexicanos han adoptado la moda “buchona”, en un intento de imitar a los que ellos consideran un modelo a seguir, buscan adquirir ropa de las mismas marcas aunque no sean originales o en otros casos simplemente comprar la playera, el vestido o la gorra con los estrafalarios diseños.
Mucha gente piensa que ser Buchón es ser violento, asesino o mafioso, es lo que pasa con los jóvenes que se visten así pero realmente no saben qué es, ser buchón es vivir la vida de Sinaloa, es llevar la cultura...música, vestimenta, léxico, todo junto, no por vestirse con Ed Hardy significa que seas Buchón, contó “Menes”.
Desde el punto de vista antropológico, la gravedad de la rápida propagación de esta moda es la veneración que se ha disparado por la “narcocultura”, los modelos a seguir de los jóvenes, sobre todo de escasos recursos, ya no es un atleta, un cantante famoso, son los narcotraficantes, personas que viven en total impunidad, son a esos individuos a los que imitan, se desenvuelven en ese ambiente, buscan a personas con los mismos gustos y tarde o temprano esas relaciones los llevan al peligroso mundo del narcotráfico, aseguró el Antropólogo.

Las reglas
Como en cualquier cultura los Buchones, tienen establecidas reglas de convivencia, la lealtad es lo más importante y el machismo su régimen …en Sinaloa se maneja mucho el respeto, no es como que le voy a bajar la novia a aquel bato, tu sabes que llevas la seguridad de que te hagan algo, no es lo mismo bajarle la novia a cualquier morro que a otro que tenga poder y los medios para dañarte.
Desde niño te enseñan, yo creo que es por lo mismo del negocio, te lo inculcan desde chico, te enseñan a desenvolverte, te dicen lo que está bien y mal, te moldean, entonces creces con esa manera de ser, platicó “Menes”.
Por su parte el Antropólogo Ramírez, afirma que dentro de esta sociedad lo más importante es la lealtad, porque de eso depende la vida de las personas, en ese tipo de culturas la lealtad y el machismo entre varones, nunca hacia la mujer, son elementos muy arraigados, es la esencia de su  forma de ser, que va ligado a una actividad tan peligrosa como lo es el narcotráfico.

La música y las fiestas
“…Mal encachado y buchón, antes de ahí no me bajaba, ahora controla en el rancho, ya no usa ropa usada, hoy se desviven por él, porque el viejo si arremanga…”, este es un extracto de la canción “Mal encachado y buchón”, del cantante Larry Hernández y forma parte del disco “16 narco corridos”, el joven artista debe su fama gracias a los “narco corridos” que él mismo escribe.
Por su parte, Internet no censura ni regula sobre los contenidos, la música dedicada a rendirle culto al narcotráfico ha crecido de manera  vertiginosa, existen los denominados “Corridos Enfermos” nombrados así, porque a diferencia de los corridos del “Movimiento Alterado”, que sólo veneran a los personajes de renombre dentro del narcotráfico, la corriente “enferma” relata asesinatos, sangre, armas y poder, por esta razón y de acuerdo a una instrucción federal dictada en el sexenio de Vicente Fox, no se reproducen, sin embargo la música está a sólo un click del alcance de todos.
Los denominados “corridos buchones”, dedican sus versos a la vida de los narcotraficantes en ciernes, se caracterizan por hablar de mujeres, bebidas, carros, ropa y dinero… “Yo soy de los Mochis, de los Mochis Sinaloa, me fascina la cerveza las mujeres la tambora y para darle gusto al gusto un cigarro a cada rato…” (Letra de “El de los Mochis”, Los Inquietos del Norte).
                “… La banda norteña los carros del año las mejores plebes las traigo a mi lado pura buchanita del sellito rojo me gusta cumplirme todos mi antojos las playas, las discos y los  malecones palenques y tastes apuesto millones me sobran amigos por toditos lados soy gente muy buena de muy alto rango y les digo a mi gente: Soy enamorado…” (Letra de “Soy Enamorado”, Los Titanes)
               Las fiestas de “buchones”, tal y como lo retratan la lírica de sus canciones, se caracterizan por los excesos, no  sólo  programan los “narcocorridos” desde una consola, los que así lo prefieren contratan a la banda o grupo musical de su preferencia, además de costosas botellas de alcohol exhiben su opulencia frente  a los invitados mostrando lujosos autos de carrera, joyas e indumentaria estraflaria, sin faltar las mujeres y la droga.
               En este nuevo fenómeno musical se exhiben también a los distintos cárteles de narcotráfico mexicano, ya sea de forma amistosa o por el contrario para lograr enfrentamientos, “…Quiero llamarles a un pacto, colegas y gatilleros, de los ajustes que hagamos debemos ser caballeros, mujeres, niños y ancianos ya no los acribillemos, con poder y con billete tienes el mundo en tus manos, pero matando inocentes de nada sirve el reinado, porque aunque seas el más fuerte te va a llegar tu cumpleaños…” (Letra de “Pacto de Mafias”, Los Intocables del Norte).
 
Redes Sociales
Los “Buchones” han tomado gran relevancia en las redes sociales en Internet, especialmente en Myspace y Metroflog, las edades de las personas que admiran y forman parte del culto al narcotráfico es diverso, existen espacios de menores de edad hasta adultos, la edad no importa.
La influencia de esta moda en los menores de edad resulta peligrosa, no solo para sus familias, sino para la sociedad en general, regularmente su meta es ser un “buchón reconocido”, desean tener el dinero, el lujo y el poder que esa vida les ofrece.
Según el Antropólogo Ramírez, la influencia que poseen las redes sociales sobre la nueva generación es ilimitada, no existe la censura, el flujo de información es tan grande y variado que es prácticamente imposible controlarlo, en ese sentido, son los padres de familia quienes deben de estar al pendiente de los menores y realizar revisiones constantes del contenido que sus hijos ven en la red.
Con frecuencia se toman fotografías con armas como la AK-47, AR-15,  con el fin de colocarlas en sus espacios sociales y algunas páginas se utilizan también para comunicarse entre miembros de distintos cárteles del narcotráfico.
Menes” dice que …de cinco años para acá las cosas han cambiado mucho, el rollo es más descarado, antes procurabas no exhibirte, yo que vengo de familia que se dedica a eso, lo sé, es lo primero que me enseñaron, ahora los morros se toman fotos con armas, suben videos al You Tube de entrenamientos del narco, les vale y los corridos están peores, son más sangrientos, antes nada más contaban la historia del narco más grande, ahora las rolas te cuentan con detalles las balaceras y las matanzas… todo está peor.

jueves, 28 de abril de 2011

Mariscos con sabor a Whisky…

“Tengo el alma enamorada noma´s de pensar corazón, de soñarte noche a noche dueña de mi amor”, era el fondo que alegraba y animaba a cantar a los “clientes” que asistieron aquél día a la palapa dedicada a servir mariscos.
     La banda “Río Viejo”, era la encargada de amenizar el ambiente, pero en este lugar algo no era común, al voltear alrededor se percibía un ambiente un poco tenso, las miradas fijas en los músicos, además que los colores y brillos brotaban por donde sea.
     Fue hasta que habían pasado varios minutos de estar sentada en el lugar, observando, que me di cuenta de la realidad y es que estaba rodeada de esta nueva generación, mejor conocida como “buchones”.
     Lo normal hubiera sido comer, beberme una o dos cervezas y retirarme del lugar, honestamente no soy muy afín a este tipo de música, sin embargo, no pude evitar quedarme para ver, aprender de ellos y su forma de diversión.
     Aclaro que no me resultan una especie que provoque miedo, pero si confieso que me causan mucha intriga, bastante me han contado de ellos y no podía desaprovechar la oportunidad de vivir lo que después me dijeron se define como: una “palapa buchona”.
     Resulta que físicamente, estos lugares son así, vilmente una palapa y regularmente el área donde se prepara la comida es una casetita muy bien marcada con alguna marca de refresco, el motivo de exaltar este detalle, es que los carros que se encuentran estacionados alrededor, son “trocas” del año, o deportivos, que de por sí ya su factura es demasiado elevadas, el costo de los mismos se vuelve inalcanzable con los “accesorios” que los dueños, -¡los buchones, pues!-, le agregan.
     No conforme con estos “lujos”, cuál fue mi sorpresa al ver el menú, pero no por los deliciosos platillos, -¡No!-, el apartado de “whisky”: buchanans 12 o 18, chivas, etiqueta negra, “del que quieras”, me respondió el mesero, cuando sorprendida le  cuestioné. Y bueno, así seguimos con tequila, vodka y hasta brandy, mi pregunta obviamente fue ¿a quién se le puede ocurrir mezclar tan deliciosa comida, con este tipo de bebidas y más en una palapa?, en efecto, a los “buchones”.
     La excentricidad de estos personajes radica en su forma de vestir simplemente, diseños muy elaborados, marcas de diseñadores famosos en mayúsculas (y por todo el cuerpo), brillo en las gorras camisetas y en un descuido (si es que no me fijé bien) hasta en los zapatos.

     Los minutos pasaban y con ellos, la verdad, se acrecentaba mi curiosidad, claro todo esto acompañado de un “aguachile”, que cabe mencionar no estaba nada rico, pero bueno, eso no es lo importante; empieza a sonar la banda de nuevo, luego de un descanso e inicia “la burlona”, canción que yo no se por qué, pero arrancó varias sonrisas.
     Ahí fue justo el momento donde decidí voltear a ver a los músicos, ¡oh, sorpresa!, eran alrededor de diez hombres, con diferentes instrumentos, pero algo en común, su tipo de vestimenta, resultaron ser “buchones” también, ¿pues qué le encuentran de padre a esos diseños?, no entiendo, pero está bien, lo respeto, valoro y tolero, como dicen por ahí.
     Total que las trocas seguían llegando, clientes entraban y salían y yo seguía postrada en mi silla viendo a todos pasar, aquí llego al punto donde confieso que eso de “una cerveza o dos”, resultó ser una mentira, lo más divertido de estos “lugarsitos”, es que puedes introducir tu propia “cheve” y no hay ningún problema, yo no entiendo como logran obtener esos permisos especiales, ¿es acaso un privilegio por ser buchón?, tampoco lo sé.
     Ya un poco aturdida con la música y con los tragos ¡cómo no!, decidí retirarme del lugar, pedí la cuenta al mesero, quién por cierto, lo vi entrar y salir del estacionamiento en su “Troca Lincoln”, y dije: “pues de ser así, yo también quiero ser mesera de aquí”.
     Y así dejé aquella fiesta, que a mi parecer carece de mucha legalidad, sin embargo existe y está al alcance de todos, destaco el hecho de que no solicitan una identificación que compruebe la mayoría de edad, primero para introducir y en segunda para ingerir bebidas alcohólicas y no es que yo me vea de quince años, pero hasta donde yo se, si es un requisito solicitarla.
     Los “buchones” me llamaron la atención, lo confieso, su vida, algo esconden, siento que eso lo transforman en botellas finas, fiestas, banda, carros de lujo, pero no me dejo engañar,  yo jamás comería “mariscos con sabor a whisky.

Documental - Botas Picudas Mexicanas y Tribal (Botas Hyphy) SLP